¿Qué es estabilidad de precios?

Estabilidad de los precios es una medida de estabilidad económica. En una economía donde los precios son considerados estables, factores como la inflación y la deflación tienen un efecto mínimo y precios en bienes y servicios cambian poco de año en año. En general, estabilidad de precios se considera un buen, aunque meta no necesariamente totalmente alcanzable para una economía. Algunos críticos sugieren que puede exagerar la importancia de esta medida, y que teniendo en cuenta la salud de un sistema financiero basado en este criterio puede resultar en simplificación peligrosa. Hay varias razones que la estabilidad es un objetivo para los sistemas económicos. Cuando los precios son estables, es más fácil para los consumidores comprender valores relativos de los productos. Si generalmente, una barra de pan cuesta $2 dólares estadounidenses (USD), es lo que los clientes se asumen es un precio justo. En un sistema de precios estable, si un supermercado decide empezar a vender la misma hogaza de pan por $5 USD, los clientes probablemente han notado el cambio y dejar de comprar que el pan ya se está vendiendo muy por encima del valor normal. En situaciones donde existe un bajo nivel de estabilidad, las personas no pueden tener ninguna idea clara sobre lo que debería costar una hogaza de pan, y así puede ser incapaz de hacer informado financiera decisiones.
Según los defensores de las políticas de estabilidad, altos niveles de inflación o deflación conducen a una economía altamente impredecible. Las corporaciones no pueden saber si se va a despedir a los trabajadores y disminuir la producción, o contratar más trabajadores y aumentar la capacidad, ya que la actual situación económica puede ser un indicador muy pobre del futuro. Invertir a largo plazo y planificación de negocios pueden convertirse en un juego de adivinanzas avanzado, debido a la falta de la relatividad en los valores de producto y las potencialmente enormes fluctuaciones en el mercado. Los acreedores también pueden ser reacios a prestar dinero sin costes de alta contra la posibilidad de inflación, el riesgo de causando estancamiento en el mercado de inversión.
Los críticos de la política fiscal basada en la estabilidad tienden a citar los altos costos de mantener la inflación al mínimo. Estableciendo una meta de estabilidad de precio que se mantenga sin importar las circunstancias exteriores, los gobiernos pueden aumentar impuestos y los aranceles aplicados a los ciudadanos a reducir artificialmente la inflación en nombre de la estabilidad de los precios. Críticos también sugieren que las medidas de estabilidad de precios limitan flexibilidad e ingenio por mantener artificialmente los niveles de precios. Por ejemplo, si dispara a valores de aceite a través del techo, pero artificialmente impuestas normas mantiene el precio de compra inferior a su valor de mercado, empresas pueden tener menos incentivo financiero para desarrollar combustibles alternativos bajo costo que podrían reducir las primas pagadas en el aceite mucho más caro.
Es importante tener en cuenta que los sistemas más económicos orientados a la estabilidad de los precios no requieren un vacío total de inflación o deflación. El objetivo suele ser reducir cambios en cualquier dirección a un mínimo anual, como debajo del 2%. Pocas economías de experimentan a largo plazo estabilidad global, aunque el precio de algunos bienes y servicios no puede alterar enormemente con el tiempo. Desarrollos en tecnología y transporte, cambios en los mercados financieros mundiales y hasta conflictos como guerra o pestilencia generalizada puede causar estragos frecuentes en la búsqueda de la estabilidad de los precios.